La impresión de etiquetas: ¿flexo o digital?
Cuando un consumidor va a hacer la compra a un supermercado se encuentra con una gran oferta de productos en el lineal, para elegir. Entre los diferentes factores de decisión, son muy importantes aquellos que tienen que ver con la percepción y la diferenciación. Aquellos productos que destacan por su vistosidad y originalidad en su envase, son atendidos por el subconsciente de una forma subliminalmente aventajada. Y dentro de las diferentes características, las etiquetas juegan un papel muy importante en la simbología, y ésta en la toma de decisión. La industria de la impresión de etiquetas es bien conocedora de estas circunstancias, así como de las tendencias, modas y gustos de los consumidores, atendiendo a sus diferentes segmentaciones, sobre todo para productos como los del sector de las bebidas, la alimentación o la cosmética, donde la variedad y la capacidad de diferenciación pasan por ser pequeños detalles de vital importancia.
De esta forma los expertos en marketing del packaging y etiquetado son amplios conocedores de la importancia de destacar entre una nube de alternativas, valorando especialmente las opciones y posibilidades a la hora de diseñar sus envases, es decir de “vestir” a sus productos, con el objetivo de ser la opción elegida en los comercios y grandes superficies.
Asimismo, son cada vez más los productos que cuentan con un mismo diseño de base pero con variaciones, lo que implica una mayor oferta de productos diferentes, y en consecuencia una nueva versión de etiqueta, que necesita esa diferenciación con sus “hermanos” de gama. Además, para muchos productos, las tiradas no son, por exigencias de mercado, masivas, lo que en principio podría ser un problema de inversión.
Sin embargo, para poder dar respuesta a esta creciente tendencia, la tecnología de impresión digital permite realizar un cambio en el diseño de forma inmediata, además de un ahorro muy significativo en términos de costes y tiempo, para tiradas no masivas. La impresión convencional exigiría tediosas y costosas paradas de máquina para realizar los cambios, importantes mermas de material, además de tener que imprimir grandes tiradas que permitiesen un coste unitario aceptable. Estos costes se transmiten, sin duda, a los de producción y repercutirían en el cliente final.
Llegados a este punto, la cuestión es ¿qué tecnología de impresión de etiquetas se adapta a las necesidades de este tipo de industrias?
La impresión digital es una técnica de impresión que permite realizar pequeñas o medianas tiradas, incluso unidades, con la máxima calidad y resolución, conteniendo múltiples datos variables, y sin paradas y costes adicionales. La impresión convencional tiene su mercado en tiradas grandes y repetitivas.
De esta manera, la impresión digital, por costes y tecnología, es capaz de aumentar sus volúmenes a costes ajustados.
En este sentido y muy al contrario de lo que pueda parecer, las tendencias actuales hablan de tiradas de producción más cortas, con plazos de entrega más ajustados, y con stocks de productos terminados muy pequeños o inexistentes.
Por supuesto, también son consecuencia directa adicional del aumento de la gama de productos comentada anteriormente, por lo tanto la impresión digital, se abre camino de forma definitiva en este sector.
Dada esta amplia gama de productos, también han aumentado los sustratos sobre los que imprimir, con el objetivo de proporcionar resultados con una alta calidad de impresión y una mayor diferenciación.
Domino cuenta principalmente con dos tipos de tintas especialmente diseñadas para la impresión digital, en base agua, utilizada para materiales porosos de fácil secado y en base UV, que proporciona adherencia en cualquier tipo de material, colores mucho más vistosos e incluso la posibilidad de crear texturas y relieves.
Todo esto no sería posible sin un equipo de última generación como la N610i, una impresora única en el mercado que proporciona los mejores resultados en la impresión de etiquetas, con un colorido espectacular, la mejor calidad de impresión inkjet y la máxima rentabilidad del mercado. Otro de los elementos diferenciadores de la N610i es su capacidad para ofrecer la más alta productividad al imprimir, ya que imprime hasta 70 metros por minuto, mientras que una impresora flexográfica necesita, además de una considerable merma de material y el coste de utillajes, 30 minutos para estar lista, un tiempo en el que la N610i podría producir hasta 2250m de impresión.
En definitiva, el futuro de las etiquetas viene marcado por las nuevas tendencias que estamos observando, como nuevos conceptos creativos que incorporan elementos mucho más visuales y llamativos.